Traducción del artículo de Hélène Servel, publicado en Marsactu, 10 de febrero 2021.
La crisis de Covid había puesto de manifiesto la indignidad de las condiciones de acogida de los trabajadores de Terra Fecundis, una empresa de trabajo temporal especializada en el suministro de trabajadores desplazados desde España al sector agrícola del sur de Francia. Ahora, según nuestras informaciones, esta empresa y varios lugares de acogida son objeto de una investigación preliminar por parte de la fiscalía de Tarascón.
Así lo confirmó a Marsactu el fiscal de Tarascón, Laurent Gumbau. « Se ha abierto una investigación preliminar a raíz de los informes elaborados por la prefectura en el marco de los controles de Covid de este verano », declaró. Estos controles habían revelado, entre otras cosas, unas condiciones de vivienda deficientes ». En esta denuncia, los servicios estatales y la prefectura se fundan entre otras cosas en el artículo 40 del código penal que obliga los funcionarios que constatan un crimen o un delito en el ejercicio de sus funciones de avisar sin plazo el procurador de la república y de transmitirle todas las informaciones, minutos y actas que están relacionados con el caso.
A principios del verano de 2020, los primeros casos de Covid-19 entre los trabajadores agrícolas extranjeros nos permitieron entrar en los lugares donde estaban alojados durante la temporada. Insalubridad, promiscuidad, jornadas de trabajo de 14 horas bajo un calor aplastante, a veces sin agua potable en el lugar… Estos trabajadores contratados a través de la empresa española de trabajo temporal Terra Fecundis vivían en condiciones deplorables, a veces durante varios meses.
En mayo y junio, la prefectura de las Bouches du Rhône firmó órdenes de cierre total o parcial de tres alojamientos: el Mas du Cast, situado en Maillane conocido por los trabajadores como Reveny 4, el Mas de la Trésorière en Arles llamado por su parte Reveny 5, ambos pertenecientes a Didier Cornille, y el EARL Racamier en St Martin de Crau, perteneciente a Patrick Racamier.
Pierre Dartout, entonces prefecto de las Bouches du Rhône, nos dijo en julio de 2020 que sus servicios iniciarían procedimientos penales contra estos diferentes lugares. Según nuestras informaciones, varios meses después de la firma de estas órdenes de cierre, algunas de ellas seguían sin ser respetadas o sólo parcialmente.
Durante el verano, Marsactu había podido visitar uno de estos alojamientos, supuestamente cerrado por el decreto, y que de hecho seguía abierto en condiciones de evidente insalubridad. En julio, todavía había 25 trabajadores de África Occidental alojados en el Mas de la Trésorière, aislados y con acceso a un agua que muchos de ellos consideraban no apta para el consumo.
Durante el día, seguían trabajando en las granjas de frutas y verduras de la Plaine de la Crau. Sin embargo, el propietario de los locales, Didier Cornille, así como la empresa arrendataria Terra Fecundis, habían recibido la orden de realojar a los trabajadores agrícolas en un plazo de dos días. El local debería haber sido cerrado cuatro días después de la publicación de la orden.
Trata de seres humanos y sometimiento de personas vulnerables a condiciones indignas
Más de seis meses después, los anuncios de Pierre Dartout parecen haber tenido continuidad. Después de sus controles durante el verano de 2020, la DIRECCTE de las Bouches-du-Rhône remitió el asunto a la fiscalía por presuntos actos de « trata de seres humanos cometidos a cambio de una remuneración o un beneficio », pero también por « someter, por persona jurídica, a varias personas vulnerables o dependientes a condiciones de alojamiento indignas » y, por último, por no declarar al ministerio del trabajo esos lugares como alojamientos colectivos.
Esta investigación se centraría, en particular, en la empresa Terra Fecundis, pero también en dos lugares de alojamiento: el Mas de la Trésorière, ya citado, situado en el municipio de Arles, y el camping Pilon d’Agel, situado en Noves.
Los periodistas de Marsactu constataron en agosto condiciones similares en otros tres lugares donde se alojaban trabajadores desplazados: el Mas du Cast, la EARL Racamier y el Mas de l’Espérance. Estos últimos no son, según nuestra información, objeto de la investigación. Cuando Marsactu se puso en contacto con ellos, la Prefectura no quiso hacer comentarios sobre estos procedimientos, afirmando que se trataba de un caso en curso.